lunes, 28 de mayo de 2012

Cómo controlar la salud de tu empresa


Su definición inicial en 1992 es la siguiente, “el BSC es un conjunto de indicadores que proporcionan, a la alta dirección, una visión compresiva del negocio”, para “ser una herramienta de gestión que traduce la estrategia de la empresa en un conjunto coherente de indicadores”. El antecedente más reconocido del Balanced Scorecard es el Tableau de Bord surgido en Francia, el cual presentaba indicadores financieros y no financieros para controlar los diferentes procesos de negocios.

Un ejemplo impactante es el llamado "el coche y el acantilado":
Dos pasajeros en un coche se
dirigen a un acantilado a toda velocidad.
El acompañante pregunta: “¿Seguro que vamos bien?”
y el conductor le responde: “No te preocupes, nos queda más de la mitad del depósito.”
Moraleja:  Dirigir una organización utilizando como única guía los sistemas financieros, es muy parecido a esta situación. Una visión que no tenga en cuenta los intangibles ni el largo plazo nos puede llevar a la catástrofe. Por esta razón están surgiendo nuevos modelos de gestión como el BSC.

A pesar de que son cuatro las perspectivas o categorías que tradicionalmente identifican un BSC (financiera, clientes, procesos internos y formación y crecimiento), no es indispensable que estén todas ellas; éstas son las más comunes y pueden adaptarse a la gran mayoría de las empresas, pero de acuerdo a las características propias de cada negocio pueden existir incluso más.
¿Por que controlar estas cuatro perspectivas? La hipótesis es sencilla, si nuestra gente esta bien formada, diseñará buenos procesos, que satisfarán a nuestros clientes, que nos seguirán comprando y repercutirá en una buena situación financiera. Si cualquiera de estos elementos causa-efecto se desnivela, se desequilibra, la situación de nuestra empresa puede cambiar, por eso debemos al menos controlar estos cuatro ya que nos garantizan el equilibrio entre una visión puramente cortoplacista y una visión demasiado centrada en el largo plazo.

El BSC no termina en el análisis de los indicadores. Es un proceso permanente en el que puede haber feedback de un bucle, que consiste en corregir las desviaciones para alcanzar los objetivos fijos definidos y feedback de doble bucle, donde los estrategas cuestionan y reflexionan sobre la vigencia y actualidad de la teoría planteada en un inicio, y su posible adecuación. El feedback sugiere aprendizaje estratégico, que es la capacidad de formación de la organización a nivel ejecutivo, es el poder “aprender la forma de utilizar el Balanced Scorecard como un sistema de gestión estratégica.”

Beneficios y tipos
El Balanced Scorecard induce una serie de resultados que favorecen la administración de la compañía, pero para lograrlo es necesario implementar la metodología y la aplicación para monitorear, y analizar los indicadores obtenidos del análisis. Entre otros podemos considerar las siguientes ventajas:
·       Alineación de los empleados hacia la visión de la empresa.
·       Convierto la estrategia en acción.
·       Logra que la estrategia sea el objetivo de todos y de todos los días.
·       Facilita la comunicación y el entendimiento y cumplimiento de los objetivos de la compañía en todos los niveles de la organización.
·       Redefinición de la estrategia en base a resultados.
·       Traducción de la visión y estrategias en acción.
·       Favorece en el presente la creación de valor futuro; es decir, contribuye a maximizar la rentabilidad y a la creación de valor en el tiempo.
·       Integración de información de diversas áreas de negocio.
·       Capacidad de análisis.
·       Aumenta la satisfacción de sus clientes.
·       Mejoría en los indicadores financieros, genera indicadores de control efectivo.
·       Desarrollo laboral de los promotores del proyecto.

En conclusión, el BSC permite tener el control del estado de salud corporativa y saber cómo se están encaminando las acciones para alcanzar la visión. A partir de la visualización y el análisis de los indicadores balanceados, pueden tomarse acciones preventivas o correctivas que afecten al desempeño global de la empresa. Es una herramienta muy útil para la dirección de empresas en el corto y en el largo plazo. En primer lugar, porque al combinar indicadores financieros y no financieros permite adelantar tendencias y realizar una política estratégica proactiva. En segundo lugar, porque ofrece un método estructurado para seleccionar los indicadores guía que implica a la dirección de la empresa.

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