El avance en la tecnología de telefonía móvil, con iPhone, Blackberry e internet en el móvil, han supuesto un fácil acceso al correo desde cualquier sitio y permiten estar trabajando a cualquier hora del día ante cualquier situación. Sin embargo, lo que para nuestro trabajo diario, es considerado como algo ventajoso, a la hora de intentar tener vacaciones, es uno de los obstáculos más importantes ante la paradoja de “desconectar”.
Según un estudio de Randstad, un 28% de los trabajadores siguen pensando en el trabajo durante los días de descanso, un 15% sigue pendiente de las posibles llamadas que atender desde la oficina y un 8% sigue en contacto a través de todos estos dispositivos. Este hecho, pone de manifiesto el llamado “síndrome del ejecutivo”
Un día normal: nos levantamos viendo las noticias en televisión mientras desayunamos, cogemos el metro y vamos leyendo el periódico en el móvil, llegamos a la oficina vemos las alertas de noticias como estamos el 100% del tiempo laboral disponibles en el correo electrónico, de vuelta a casa realizamos las llamadas con el manos libres y los auriculares puestos… ¿qué pretendemos en verano? ¿Qué todos estos hábitos pasen desapercibidos? Efectivamente no, seguiremos utilizando los GPS que nos lleven a los hoteles en vacaciones, revisaremos el correo electrónico en el móvil … con la única diferencia de no responder a teléfonos desconocidos.
¿Desconectar plenamente en vacaciones? Utopía… la realidad supera la ficción
Según un estudio de Randstad, un 28% de los trabajadores siguen pensando en el trabajo durante los días de descanso, un 15% sigue pendiente de las posibles llamadas que atender desde la oficina y un 8% sigue en contacto a través de todos estos dispositivos. Este hecho, pone de manifiesto el llamado “síndrome del ejecutivo”
Un día normal: nos levantamos viendo las noticias en televisión mientras desayunamos, cogemos el metro y vamos leyendo el periódico en el móvil, llegamos a la oficina vemos las alertas de noticias como estamos el 100% del tiempo laboral disponibles en el correo electrónico, de vuelta a casa realizamos las llamadas con el manos libres y los auriculares puestos… ¿qué pretendemos en verano? ¿Qué todos estos hábitos pasen desapercibidos? Efectivamente no, seguiremos utilizando los GPS que nos lleven a los hoteles en vacaciones, revisaremos el correo electrónico en el móvil … con la única diferencia de no responder a teléfonos desconocidos.
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