miércoles, 13 de julio de 2011

Agencias de Rating

Aunque no está muy relacionado con la materia de la asignatura, esta mañana he leido en un periódico digital un breve artículo que describía de forma bastante sencilla qué es una agencia de rating, cuáles son las más importantes y porqué es necesaria su participación en los mercados financieros.

Hace ya casi dos años, con motivo de la caida de Lehman Brothers, la profesionalidad de estas agencias fue puesta en tela de juicio debido a que varias de las valoraciones que se habían realizado sobre productos financieros, empresas o gobiernos estaban muy lejos de parecerse a lo que realmente había debajo.

Recuerdo que en ese momento yo estaba en la universidad y no conseguía entender que, mientras muchas compañías y algunos bancos quebraban, estas empresas seguían funcionando y sus servicios seguían estando muy valorados.

Finalmente con el paso del tiempo el debate sobre la importancia de las agencias de rating pasó. Sin embargo con motivo de las crisis de deuda que están (estamos) sufriendo algunos países, la importancia del papel de estas compañías ha vuelto a ser noticia.

Ahora el problema reside en que son las agencias de rating las que tienen la llave de la financiación para los países que están al borde del colapso. De un día para otro, si alguna de ellas decide rebajar el rating de un país, éste puede verse con problemas muy serios a la hora de salir al mercado a pedir dinero o emitir deuda.

Desde mi punto de vista no entiendo como se ha perimitido que empresas privadas (con intereses privados) alcancen tantísimo poder, cuando además se ha visto que en el pasado han cometido fallos bastante graves.

Por otro lado no me parece del todo fiable la forma en que funciona este negocio (y en esto me recuerda a la auditoría) en el que el sujeto al que hay que evaluar es el mismo que paga. Creo que esto derivará en muchas ocasiones en conflictos de intereses que probablemente no se resuelvan de la forma más justa.

3 comentarios:

Miguel Capapé dijo...

Estoy muy de acuerdo con la mala actuación de las empresas de calificación y de su impacto en los momentos negativos de la economía.
Pero no nos olvidemos de la necesidad de que algun ente (ya sea privado o público) valore las situaciones de riesgo en las que se encuentran otras compañías. Dejas entrever - me extraña amigo Golvano - que estas empresas han de ser carácter público...¿por qué?, ¿los estados no fallan?. Mi comentario al respecto es que simplemente por ser un conjunto de personas que dan su opinión y que además cobran por ello no tiene por qué darnos a entender que serán oportunistas.

Un abrazo tío,

Capa

Mario Golvano dijo...

Al revés, creo que muchas veces los estados fallan más que las empresas del sector privado. Concretamente en España, según mi opinión, el sector privado da una sensación de seriedad mayor que la que muestra el sector público, la mayoría de las veces.

No creo que estas empresas deban ser de carácter público ya que no creo que esto solucionase el problema. Sin embargo considero que deberían de implementarse algunos sistemas de control más rigurosos y efectivos, el problema es que no sé cuáles.

Un abrazo

ASR dijo...

Queridos Capapé y Golvano,

Aunque las agencias de rating se han equivocado en muchas valoraciones de productos estructurados sobre subprime americanos y en el rating de Lehman Brothers, tienen equipos muy profesionales y se juegan su prestigio en muchísimas evaluaciones a lo largo del tiempo. De hecho, tienen impacto en los mercados fundamentalmente por su prestigio, ya que los gestores se fían bastante de sus valoraciones. En algunos casos los reglamentos de los fondos de pensiones o de inversión obligan a vender bonos si han sufrido un downgrade por debajo de determinados niveles, y los gestores se ven forzados a vender incluso cuando no están de acuerdo con la valoración hecha por las agencias de rating. Pero en general, las agencias son rigurosas.

Es verdad que existe cierto conflicto de intereses al evaluar productos estructurados, y que ser generosos con el rating les permitió que el mercado de productos estructurados creciera y con él sus ingresos.

No son muy aceptables modificaciones de cuatro o cinco niveles en los ratings de riesgos soberanos (como hemos visto últimamente en Portugal y en Irlanda), porque las cosas no cambian de manera tan drástica sino de forma gradual. Esos movimientos implican reconocer que su seguimiento no ha sido permanente y esto es muy criticable dada la importancia de su impacto en los mercados.

Como comentais, que las agencias pertenezcan al sector público no garantiza, sino probablemente lo contrario, una mayor independencia en sus opiniones. Las agencias privadas configuran un sistema que no es perfecto pero no es fácil imaginar otro mejor.

¡Un abrazo!

Ana