A esta pregunta a simple vista respondería… ¡inversión! Sin embargo, investigando en internet un poco sobre la implantación de este software que permite gestionar un importante recurso como es la información, muchas empresas lo han considerado un coste y muy elevado…
Pero, ¿el origen del problema ha sido realmente el ERP o la forma de implantar este por parte de la empresa?
El ERP no lo es todo e implica una nueva manera de hacer las cosas en la empresa. Si se continúa realizando lo mismo que antes de su implantación, efectivamente, el ERP se convierte en un coste y por tanto el ROI obtenido es bajo.
¿Cómo lograr una implantación que se convierta en una verdadera inversión?
Yo destacaría varias cuestiones. En primer lugar, que el cliente debe tener claro las particularidades del negocio, qué quiere mejorar, cuánto y en qué plazo y saberlo transmitir al consultor, sino, mal empezamos…
En segundo lugar, durante el proceso, cliente y proveedor deben colaborar estrechamente no sólo para automatizar los procesos existentes, sino para rediseñarlos, eliminarlos, mejorarlos, permitiendo de este modo un mayor aprovechamiento de las funcionalidades aportadas por el nuevo Software.
Pero sobretodo, la compañía que quiera obtener un buen resultado de la implantación de un ERP, debe promover en todos los niveles de la organización una predisposición al cambio de los procesos de negocio y su operativa. Sólo si todo el personal esta implicado, los resultados serán óptimos. Y dada la importancia del personal en el cambio, y el impacto en la forma de trabajar de éstas que tiene la implantación de un ERP, el papel de RRHH es clave para el éxito del proyecto. El responsable de RRHH deberá conocer el grado de implicación en el proyecto de todo el personal de la empresa e involucrar a todo el personal en el uso del sistema y para ello, deberá desarrollar el liderazgo, evaluar el desempeño para ver así si los empleados saben lo que tienen que hacer, de qué manera y cómo lo están haciendo, recompensarles de alguna manera el esfuerzo que el personal lleva a cabo para adaptarse a los nuevos procesos y promover la comunicación interna de tal forma que los objetivos a conseguir se transmitan claramente a todo el personal de la empresa.
Por tanto, el problema de todas esas empresas a las que les ha resultado la implantación del ERP un coste muy elevado, se ha derivado principalmente por la forma gestionar el cambio. La implantación de un ERP bien llevada es una inversión y los procesos asociados a Control y Auditoria se ven privilegiados en términos de acceso a datos, ¡cuánto hubieran cambiado las auditorias en muchos de nuestros clientes si estos no hubieran implantado eficazmente un ERP!
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