De unos años a esta parte, se ha producido
una transformación en el modelo de negocio clásico. Hemos pasado de una
sociedad de la escasez (donde únicamente se ofrecía aquello que era
económicamente viable) a una sociedad de la abundancia (donde gracias a un
simple click puedes encontrar cualquier producto).
Chris Anderson, editor jefe de la revista Wired, fue uno de los pioneros
que avisó de este cambio en su libro La
Economía Long Tail. En él, Anderson desgrana dicho cambio de modelo de
negocio, basándose para ello en ejemplos fácilmente entendibles.
Antiguamente, el mercado se basaba en el
equilibrio existente entre oferta y demanda. Una cantidad pequeña de oferentes
era capaz de suministrar a una gran cantidad de consumidores los productos que
ellos demandasen. Pero dicho sistema tenía un inconveniente: existían unos
elevados costes (de almacenamiento, de promoción,...) que impedían una
distribución de todos los productos disponibles. Por ello, se centraban en la
distribución de los productos más populares, ya que sabían que de esa forma
podrían compensar dichos costes de distribución y almacenamiento y, aun así,
obtener beneficios. Ese es el motivo por el que en las estanterías de los
centros comerciales encuentras los discos o películas más populares, o los
alimentos más consumidos. Una empresa no se puede permitir malgastar espacio en
su establecimiento con productos que sólo consumen un par de personas.
Modelo Económico
Clásico de Equilibrio de Oferta – Demanda
Sin embargo, la aparición de los sistemas
de información e intercambio digital provocó un cambio en las reglas del juego.
Gracias a Internet, en la actualidad los costes de almacenamiento se han
reducido en gran medida hasta ser prácticamente inexistentes. Esto ha supuesto,
en primer lugar, que los oferentes sean capaces de, en su catálogo online,
ofrecer cualquier producto al que puedan tener acceso, puesto que ya no
incurren en costes de espacio en el local de distribución.
En la otra cara de la moneda, observamos
una completa diversificación de los gustos de los demandantes. Antes de esta
libertad de consumo, un consumidor tenía que ajustarse a la escasa variedad de
productos que se ofrecían en los estantes de cada establecimiento. En la
actualidad, se ha producido una absoluta democratización de los gustos y
preferencias de cada individuo.
Todo esto ha dado lugar a la aparición del
modelo de negocio Long Tail.
Modelo Económico Long Tail
El gráfico anterior representa una curva
de oferta clásica. Hace unos años, el punto de equilibrio se situaría
aproximadamente en el cambio de colores, que delimita la cabeza (lo popular, lo
que quiere la mayoría) de la long tail (lo minoritario). En la actualidad, la
curva de demanda se ha aplanado de tal manera que, para cualquier empresa, le
resultaría atractivo situarse en cualquier punto de dicha curva de oferta. Si
tiene medios y recursos para llevarlo a cabo, claro está.
Por ejemplo, a grandes superficies cuyo
negocio ha estado basado desde un primer momento en la distribución física
(véase el ejemplo de El Corte Inglés) les resultaría muy complicado situarse en
cualquier punto de la long tail, ya que sería algo inviable desde un punto de
vista de la rentabilidad. Sin embargo, a lo largo de los últimos años han
surgido empresas basadas en las tecnologías de la información, sin establecimientos
físicos (lo que prácticamente elimina los costes de almacenamiento) que son
capaces de ofrecer un abanico de productos inimaginable para las tiendas
tradicionales. Estamos hablando, por ejemplo, de empresas como Amazon, Netflix,
Rhapsody, Spotify... Todas ellas son capaces de suministrar a cada consumidor
aquello que desee, moviéndose a lo largo de la curva de oferta sin incurrir en
costes adicionales.
La aparición de Internet no ha supuesto
una eliminación de los canales de distribución tradicionales. Ha abierto el
mercado a todos aquellos nichos que no estaban cubiertos porque no eran
rentables. Gracias al potente desarrollo de los sistemas de información en los
últimos años, estamos cada vez más cerca de alcanzar la competencia perfecta.
Para más información, recomiendo leer La Economía Long Tail, de Chris Anderson, Ed. Empresa Activa.
1 comentario:
Es interesante analizar cómo la curva tradicional de oferta y demanda ha cambiado sustancialmente en poco tiempo, cómo nuevos modelos empresariales nos muestran que otros modelos de negocio son posibles y además, exitosos. El modelo de negocio Long Tail es un ejemplo de este cambio. Hace años la idea de no contar con un establecimiento físico era impensable. Internet, y los sistemas de información en particular, nos abren el camino a nuevos modelos de negocio muy atractivos.
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