La RFID es un sistema que se encuadra dentro de la familia de las Tecnologías de Identificación Automática, que utiliza semiconductores y microelectrónica para permitir la escritura y lectura rápida y fiable de datos contenidos en ciertos dispositivos. Todo ello mediante ondas de radio de diferentes frecuencias (LF, HF, UHF, SHF), sin necesidad de contacto ni línea directa de visión, a distancias variables según el producto, capaz de identificar elementos agrupados y que puede ser utilizado de manera muy versátil e innovadora en múltiples procesos y actividades, permitiendo la transformación y mejora de éstos.
Para que la tecnología RFID funcione, son necesarios tres elementos básicos: una etiqueta electrónica o tag, un lector de tags y una base de datos. Las etiquetas electrónicas llevan un microchip incorporado que almacena el código único identificativo del producto al que están adheridas. El lector envía una serie de ondas de radiofrecuencia al tag, que éste capta a través de una pequeña antena. Estas ondas activan el microchip, que, mediante la microantena y la radiofrecuencia, transmite al lector cuál es el código único del artículo. En definitiva, un equipo lector envía una señal de interrogación a un conjunto de productos y estos responden enviando cada uno su número único de identificación. Por este motivo, se dice que la tecnología RFID es una tecnología de auto-identificación. Una vez que el lector ha recibido el código único del producto, lo transmite a una base de datos, donde se han almacenado previamente las características del artículo en cuestión: fecha de caducidad, material, peso, dimensiones... De este modo se hace posible consultar la identidad de una mercancía en cualquier momento y fácilmente durante toda la cadena de suministro.
Actualmente, la RFID se utiliza para la identificación de animales, como llave de automóviles con sistema antirrobo, en bibliotecas y seguimiento de libros, seguimiento de palés, control de acceso en edificios, seguimiento de equipaje en aerolíneas, de artículos de ropa, en pacientes de centros hospitalarios para hacer un seguimiento de su historia clínica, en seguimiento de camiones y remolques, en algunas autopistas lo utilizan para la recaudación con peaje electrónico, como dinero electrónico (por ejemplo, la tarjeta Octopus en Hong-Kong), como forma de pago en transporte público, etc. Pero hoy vamos a centrarnos en los implantes humanos.
Los chips RFID implantables, diseñados originalmente para el etiquetado de animales, se están utilizando y se están contemplando también para los seres humanos. Applied Digital Solutions propone su chip "unique under-the-skin format" (único formato bajo la piel) como solución a la usurpación de la identidad, al acceso seguro a un edificio, al acceso a un ordenador, al almacenamiento de expedientes médicos, a iniciativas de antisecuestro y a una variedad de aplicaciones. Combinado con los sensores para supervisar diversas funciones del cuerpo, el dispositivo Digital Angel podría proporcionar supervisión de los pacientes. El Baja Beach Club en Barcelona utiliza un Verichip implantable para identificar a sus clientes VIP, que lo utilizan para pagar las bebidas. Sin embargo, el implante de los chips supone un elevado riesgo para la salud, ya que resultan altamente cancerígenos.
A continuación, mostramos un video del ejemplo anterior, entre otros.
4 comentarios:
Este invento sería una herramienta muy potente de CRM también, ya que podría estratificar a los clientes por marcas favoritas, horarios de consumo, etc.
Toda esta ingente cantidad de información sería muy útil para segmentar públicos objetivo, que es uno de los objetivos últimos del Marketing.
Considero interesante la idea pero, como se ha comentado en el texto, aún tiene muchas contraindicaciones tanto médicas como operativas que no la hacen muy aplicable actualmente.
Desde luego ese uso sería mucho más útil y lógico, y un gran avance para el mundo del marketing. Pero como bien dices, todavía no se sabe si es fiable ni si la gente estaría dispuesta a hacerlo, tendría que tener algún tipo de gratificación.
Gracias por tu aportación Edge.
Me parece una entrada muy interesante. Incluso me ha recordado a la reciente película "In time", encuadrada en un futuro en el que el tiempo es dinero y se paga mediante un chip en el brazo...
Lástima las contradicciones médicas que comentais, sería un gran avance como dice Edge y también una comodidad tremenda al eliminarse el dinero en efectivo y las tarjetas de crédito.
No he visto esa película, pero por lo que comentas me interesa...
En un futuro cercano eliminaremos el dinero en efectivo y las tarjetas de crédito, en países como Japón ya se paga acercando el móvil y no es algo difícil de implantar. Pronto veremos este tipo de mejoras y otras. Gracias por comentar Jorge.
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