Buscando información por la web, he descubierto un vídeo realmente interesante.
Se trata de una entrevista a Eythor Bender, CEO de Berkeley Bionics, una empresa dedicada a la investigación y desarrollo de exoesqueletos artificiales y cuyo objetivo es -en propias palabras de su CEO- fusionar al hombre con la máquina. Hasta el momento, han desarrollado dos productos: el "eLegs" y el "Hulc", con dos propósitos bien diferenciados:
El eLegs va encaminado a ayudar a personas parapléjicas o con movilidad reducida a recuperar su capacidad de andar. Se ajusta en unos minutos, es apto para cualquier tipo de persona y permite una naturalidad en el paso sin precedentes. Además, es silencioso, ligero y permite el movimiento a 3km/h con una autonomía de 6 horas gracias a su batería recargable.
Sensores en el exoesqueleto captan la intención del usuario al querer dar un movimiento, y lo interpretan de la misma manera enviando la información a un pequeño ordenador central, que al interpretar esta información, envía el comando al sistema motorizado para realizar el movimiento, permitiendo la marcha.
El Hulc (Human Universal Load Carrier), paradójicamente, tiene fines puramente militares. Este dispositivo se adapta al soldado permitiéndole portar una carga de más de 100 Kg sin que éste sienta cansancio alguno mientras corre, trepa o salta.
No deja de asombrarme cómo la tecnología se impone cada vez más como uno de los pilares fundamentales en nuestras vidas, hasta el punto de fusionar de esta manera hombre y ordenador.
Se trata de una entrevista a Eythor Bender, CEO de Berkeley Bionics, una empresa dedicada a la investigación y desarrollo de exoesqueletos artificiales y cuyo objetivo es -en propias palabras de su CEO- fusionar al hombre con la máquina. Hasta el momento, han desarrollado dos productos: el "eLegs" y el "Hulc", con dos propósitos bien diferenciados:
El eLegs va encaminado a ayudar a personas parapléjicas o con movilidad reducida a recuperar su capacidad de andar. Se ajusta en unos minutos, es apto para cualquier tipo de persona y permite una naturalidad en el paso sin precedentes. Además, es silencioso, ligero y permite el movimiento a 3km/h con una autonomía de 6 horas gracias a su batería recargable.
Sensores en el exoesqueleto captan la intención del usuario al querer dar un movimiento, y lo interpretan de la misma manera enviando la información a un pequeño ordenador central, que al interpretar esta información, envía el comando al sistema motorizado para realizar el movimiento, permitiendo la marcha.
El Hulc (Human Universal Load Carrier), paradójicamente, tiene fines puramente militares. Este dispositivo se adapta al soldado permitiéndole portar una carga de más de 100 Kg sin que éste sienta cansancio alguno mientras corre, trepa o salta.
No deja de asombrarme cómo la tecnología se impone cada vez más como uno de los pilares fundamentales en nuestras vidas, hasta el punto de fusionar de esta manera hombre y ordenador.
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