Apple, la clave del éxito

Con la salida de cualquiera de los últimos dispositivos Apple miles de entusiastas seguidores de la marca hicieron cola a las puertas de las tiendas para ser los primeros en adquirir los ansiados aparatos. Es curioso que en tiempos de crisis como los que corren, aparatos de cuyos precios oscilan entre los 500 y 900 euros no tengan ningún problema para encontrar salida en el mercado, incluso se agotan las existencias en cuestión de horas.

Es entonces cuando nos hacemos la siguiente pregunta: ¿qué tiene Apple para vender sus productos a consumidores ansiosos a pesar de estar el consumo reducido al mínimo?

Es verdad que la imagen de marca que tiene Apple es excepcional, es incluso un icono como por ejemplo Adidas o Coca Cola. Apple es una marca conocida a nivel mundial, fabrica productos que la mayoría querríamos tener. Hoy en día es un orgullo por presumir de un iphone, un ipad o macbook, es un orgullo poder lucir la manzanita que todos los dispositivos Apple llevan plasmada en la parte trasera.

Sin embargo si analizamos en detalle el fetichismo de los consumidores Apple nos damos cuente de que se debe al efecto que este último ha sido capaz de generar en todos nosotros. Es decir que el diseño cuidado de todos los dispositivos no es lo que nos impulsa a todos los consumidores a querer disponer de un dispositivo Apple antes que nadie. La realidad es que la clave del éxito de Apple es que han sido capaces de crear distintas necesidades en los consumidores que nos hacen creer que la vida sin sus dispositivos es un sinsentido.

Para crear esa necesidad Apple ha tenido que hacer previamente un análisis de los gustos de los consumidores para ir poco adaptándolos a los productos que ellos diseñan. Todo esto unido a un desarrollo de productos cuyo uso es altamente intuitivo (hasta un niño es capaz de usar un dispositivo Apple) y a un entendimiento de la usabilidad que ha conseguido que la experiencia del usuario sea algo especial.

Si a todo esto unimos el hecho de que Steve Jobs fuese la persona que mejor lanzaba productos al mercado, sabiendo generar expectativas en el consumidor, midiendo bien los tiempos, conseguimos que el interés que ya mostrábamos todos los usuarios por dichos dispositivos se multiplique.