La virtualización y su aplicación al entorno empresarial

La virtualización es la representación virtual mediante software de algún recurso tecnológico, tal como una plataforma de hardware, un sistema operativo, un dispositivo de red, sistemas de almacenamiento de datos y, en definitiva, cualquier componente presente en un ordenador actual. Por tanto, mediante la virtualización es posible crear una réplica exacta de un ordenador corriente el cual se comportará como uno real, tanto para la ejecución de software como para la interacción con otros ordenadores.

Esta tecnología es posible gracias al uso de un software especial que gestiona el uso del microprocesador, RAM, almacenamiento y conexiones de red, repartiendo su uso dinámicamente. Esto hace posible que un mismo equipo físico pueda tener varias máquinas virtuales funcionando independientemente cuyas únicas limitaciones vendrán dadas por las presentes en los recursos del ordenador físico.

Podemos encontrarnos distintas maneras de implementación de esta tecnología, desde la virtualización del software y hardware del servidor, hasta la creación de máquinas virtuales en un equipo de escritorio (como en el caso de Virtualbox o VMware Workstation), pasando por la virtualización de sesiones de usuario o incluso aplicaciones (como en el caso de VMware Thin App). Entre los principales fabricantes inmersos en el desarrollo y comercialización de este tipo de tecnología destacan Microsoft, con su Windows Server 2008 Hyper-V y VMware, con su vSphere o Workstation.

Mediante la aplicación de esta tecnología al ámbito empresarial se consigue un uso más eficiente de los recursos, ya que un mismo servidor puede desempeñar funciones diferentes (correo, web, ftp, BBDD, DNS…), todas ellas independientes entre sí al estar separadas en diferentes máquinas virtuales. Además, la separación de funciones permite que el fallo en uno de los servidores no afecte al funcionamiento de los otros, aislando posibles problemas que pudieran surgir. Por otra parte, los administradores de sistemas ven simplificadas sus funciones, ya que no es necesario cambiar componentes físicos en decenas de equipos, sino que únicamente será necesario actualizar un equipo “real” y el resto se verá beneficiado de esta nueva mejora.

Esta tecnología no sólo proporciona un importante ahorro en costes de IT como consecuencia de una gestión más eficiente de los recursos existentes, sino que también puede concurrir en un importante ahorro en licencias de software, ya que no es necesario que las aplicaciones utilizadas en una compañía se encuentren instaladas en todos y cada uno de sus equipos. La virtualización permite que el uso de estas aplicaciones se realice bajo demanda, con lo que la necesidad de adquisición de licencias se reduce hasta el número máximo de usuarios que vayan a utilizar una aplicación a la vez.

Finalmente, para el caso concreto de la virtualización de sesiones de usuarios, se consiguen espacios más seguros para los usuarios, al residir todo el software y hardware necesario para el funcionamiento de las aplicaciones en servidores debidamente protegidos y alejados de las amenazas a las que están expuestos los portátiles o equipos de escritorio repartidos por las instalaciones.