En plena crisis económica, todas las empresas
están haciendo lo posible por sobrevivir, lo que en la mayoría de los casos,
más que buscar nuevos productos que les ayuden a aumentar su cuota de mercado,
está consistiendo en tratar de reducir costes a cualquier precio.
En el sector del ocio y entretenimiento
(concretamente, las empresas de distribución de películas, música, videojuegos,
….), para conseguir este objetivo y maximizar beneficios, cada vez se está
apostando más fuerte por la descarga digital.
Hace unos años, cuando las conexiones de
internet de alta velocidad tenían precios prohibitivos y la “alta velocidad”
era algo más que cuestionable, la idea de distribuir películas a los
consumidores a través de descargas digitales (que viene a ser descargarse a
través de internet y almacenar en nuestros ordenadores, productos que
tradicionalmente compramos en formato físico en tiendas como la Fnac (cómo la
descarga ilegal, pero pagando su precio)) era algo impensable. Sin embargo, hoy
en día, en el que una familia puede tener en su casa conexión vía fibra óptica
a una velocidad de 100 MB y por menos de 40€ al mes, esta opción va cobrando
cada vez más fuerza.
Para las grandes empresas de este sector, a
través de esta distribución se ahorran todos los costes de producción y
distribución de sus productos. Quitarían de en medio a las empresas encargadas
de elaborar los DVD’s, Blue Ray Disc’s, CD’s, los costes de distribución y la
comisión que se llevan las tiendas por poner en sus estanterías dichos productos.
Eliminarían intermediarios y estarían en contacto directo con los consumidores.
Pero por el momento, un importante hándicap que veo a esta distribución (además
de la principal, como el que no tenemos nada material, sino algo almacenado en
nuestro ordenador) es que las grandes empresas no transfieren nada de este
ahorro al consumidor, y en la mayoría de los casos (salvo cuando hay ofertas)
vale lo mismo comprarlo en una tienda, por ejemplo, un videojuego, que
descargarlo.
Para pequeñas empresas y start-ups del
sector, el auge de este mercado les permitiría (y bueno, les está permitiendo
gracias a aplicaciones como la Appstore y Play Store de Google) poder
posicionar sus productos en el mercado, algo que antes no podían hacer porque
no disponían de medios para, una vez elaborado su producto, poder lanzarlo al
mercado y ofrecérselo a los potenciales consumidores.
Pero de seguir creciendo este nuevo modelo de
distribución, ¿qué será de aquellas tiendas tipo Fnac, Game? ¿Qué será de esas
tardes, en las que le mejor plan es dar una vuelta por Callao, en busca de algo
(ya sea una película, un videojuego o un libro) para luego poder pasar la tarde
noche o el fin de semana? ¿Qué será de esas horas en los pasillos de la Fnac buscando,
cogiendo, comparando distintas cosas, hasta que por fin lo encontramos aquellos
que ni tan siquiera sabíamos que estábamos buscando?
En mi opinión, la opción de la distribución a
través de las descargas digitales es una opción más que interesante, pero que
debería ser sobre todo utilizada como una herramienta de apoyo y ayuda a las
pequeñas empresas, para que consigan darse a conocer y hacerse un pequeño hueco
en el mercado. Lo veo como una opción muy interesante para los Smartphone y
Tablets, ya que estos los utilizamos siempre fuera de casa, cuando estamos yendo
de un lugar a otro. Sin embargo, para otros productos de “mayor precio” que las
aplicaciones de las “Stores”, me gustaría que, aunque existiese la opción de la
descarga digital, aún pueda comprarlas en formato físico. Me entristecería
mucho, que si el día de mañana me apetece ver una película, la tenga que ver si
mi paseo previo por Callao, sin la posterior ilusión al llegar con mi nueva compra,
y finalmente, quedarme sin la emoción de quitar el envoltorio y abrir la caja.
1 comentario:
Estoy totalmente de acuerdo en que la distribución digital se erige como el futuro (o quizá presente por el mercado app) del sector sin embargo está claro que no sustituirá completamente al formato físico. En este sentido creo que la distribución de libros a través de e-books o de música (spotify) ha cogido la delantera a películas y videojuegos pero nunca desaparecerá el libro en formato físico ya que hay libros que siempre se preferirán tenerlos en la estantería. En cuanto a la distribución física, creo que las empresas de distribución (fnac, corte inglés, etc...) tienen que dar un nuevo enfoque si no quieren morir en el intento a través de eventos y propuestas que sigan atrayendo a jugadores de videojuegos o cinéfilos a sus estanterías. Un abrazo DDF
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