Para los nostálgicos, la tableta q se sujeta
con una mano y que cambia de página sólo con un clic supondrá la pérdida de lo
primario de la literatura, el papel. No deja de ser un avance electrónico que
nos facilita la vida, o por lo menos aligera la lectura, ya que los que el peso
es considerablemente menor.
Y no es sólo ésa la ventaja, el precio de los
libros es menor, ocupa menos espacio y permite nuevas opciones en la lectura,
como incorporar vídeos, audios o comentarios.
Remontándonos a los orígenes no nos tenemos
que ir muy lejos: a finales de la primera década del siglo XXI nacieron los dispositivos
cuya única función era de libro electrónico, cuidando que fuera fácil de
llevar, que la batería tuviera suficiente autonomía y que el contraste del
texto fuera lo suficiente como para que fuera cómodo a una lectura continua. Para
esto nació “la tinta electrónica”, cuya tecnología permite crear pantallas
planas, generalmente en blanco y negro, y con bajo consumo, pues esta
tecnología no necesita alimentación más que en los cambios de pantalla.
Los nuevos usos se pueden extender a los
libros de texto e incluso a los periódicos, ya que otra ventaja de la tinta
electrónica es que también es maleable.
En un mundo en que todo, o casi todo, está
informatizado, no vamos a dudar que el libro electrónico sólo puede extenderse
en uso en lugar de extinguirse, sólo queda que las editoriales y las
bibliotecas se adapten para cubrir las necesidades del papel digital.
2 comentarios:
Puede que estés en lo cierto al pensar que el libro eléctrónico tengo un futuro más que asegurado en el mundo de la lectura al tener diversas ventajas que se acabaran imponiendo en un futuro. sin embargo, espero que siga habiendo en un futuro algún “resto” para románticos (como pasa con los vinilos). Cualquiera podrá editar su propio libro. Las editoriales ganarán más dinero porque gastarán menos en impresión y en personal y su “valor” será su sello de marca de haber “filtrado” las mejores obras. El Capital es muy astuto.
JCCANO
Al igual que piensas tú, pienso que los libros eléctronicos se terminarán imponiendo totalmente y sólo quedará un “resto” para románticos (como pasa con los vinilos). Cualquiera podrá editar su propio libro. Las editoriales ganarán más dinero porque gastarán menos en impresión y en personal y su “valor” será su sello de marca de haber “filtrado” las mejores obras. El Capital es muy astuto. JCCANO
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