martes, 5 de junio de 2012

Compras por Internet vs compras a la antigua usanza

¿Acabarán las tiendas on-line con el tradicional acto social y de ocio, "ir de compras"?



En los últimos dos años el concepto de cómo comprar ha cambiado radicalmente en todos los ámbitos, desde el clásico "ir a hacer la compra" a un supermercado, pasando por el "ir de compras" por un centro comercial o por el centro de Madrid.


El ritmo de vida, cada vez más acelerado y que apenas deja hueco al ocio, o incluso a las necesidades básicas a cubrir en el horario comercial estándar, ha dado paso a que las compras vía web comiencen a considerarse una opción razonable y atractiva.


Hasta el 2010 se asociaba la compra por Internet principalmente a dos páginas web, eBay y Amazon; pero a medida que se ha expandido, tanto la lectura en formato electrónico, como el e-shopping, el mercado web se ha convertido en el más competitivo del mundo, ya que carece de fronteras, siendo cada vez más frecuente el atractivo "free worldwide delivery".


Las tiendas que estamos acostumbrados a ver en cualquier zona comercial, como por ejemplo todas aquellas que pertenecen al Grupo Inditex (Zara, Zara Home, Stradivarius, Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Oysho y Uterqüe), han sido capaces de adaptarse al mercado en escasos meses posicionándose como líderes en ventas vía web respecto a sus competidores que también operan a través de ambas vías.


Por otro lado, han surgido nuevos conceptos de tienda on-line, que sólo operan a través de Internet y que pese a no tener la capacidad de mostrar al cliente en persona algo que antes era inconcebible ignorar, como la textura y calidad de las prendas, están teniendo un éxito sorprendente, dándose a conocer a través de publicidad en revistas de moda, fashion blogs y derivados. Se basan en un sistema de gestión de reservas, devoluciones y pago on-line a través de un catálogo visualmente atractivo, el cual en ocasiones muestra un vídeo de una modelo con la prenda en cuestión, una descripción detallada de los materiales utilizados en su fabricación así como una lista de sugerencias de artículos semejantes/complementarios al artículo que el cliente está considerando comprar, promoviendo una mayor cantidad de compras. 


Ejemplos de este tipo de negocio son los siguientes:




El que quizá sea más conocido en Europa, por su eficacia en la entrega gratuita, las devoluciones, sus precios y su selección de artículos actualizada según las últimas tendencias; es la marca asos, que está lanzando versiones internacionales mostrando las tallas y los precios acordes a los estándares y moneda de cada país. Además, proporcionando una mayor confianza en su sistema de ventas, una vez se realiza una compra la tienda envía emails al cliente informándole de dónde está su pedido y cuántos días le quedan para llegar al destino.


Del gigante asiático ha llegado Romwe, que se caracteriza por ser un chino a la última en lo referente a moda. Las bloggeras más fashionistas recomiendan sus prendas que además también se pueden adquirir por envío gratuito y a precios especialmente competitivos.

En cualquier caso, lo que está claro es que negocios antes impensables adquieren cada vez más fuerza, adaptándose a los nuevos estilos de vida actuales.


Pero, ¿hasta qué punto dejaremos de lado las compras en tiendas físicas centrando nuestra vida aún más en todo lo que podemos hacer y conseguir a través de la web?

3 comentarios:

Alejandra García- Jarana dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo. En los últimos años hemos experimentado un cambio radical en el método de comprar. Hoy en día contamos con un gran abanico de tiendas que ponen a disposición de sus clientes la compra on-line de una forma muy cómoda y visual. Te muestran un catálogo dinámico donde puedes ver colores y tallas y hasta combinar varias prendas sobre un maniquí. Adicionalmente te ofrecen la posibilidad de recibir tus compras en casa, si es que así lo deseas. Lo cual resulta muy práctico ya que cada vez disponemos de menos tiempo para dedicar al ocio. Lo que este tipo de herramienta permite a su cliente es encontrar de forma rápida lo que busca. Sin embargo no creo que llegue a sustituir a una típica tarde de compras para aquellas personas que disfrutan con ello. Si es cierto que la compra on-line está ganando cada vez más terreno pero podemos observar que las tiendas siguen llenas. Aunque esto no quiera decir que la compra tradicional supere a la novedad de comprar por internet ya que hay personas que simplemente entran en tiendas para ver las nuevas tendencias. Lo que sí podemos afirmar es que se trata de una gran utilidad para el consumidor habitual de dichos comercios, lo cual tiende a aumentar el consumo sin suponer esfuerzo alguno para el cliente.

José Manuel Aljaro dijo...

Comparto en su totalidad lo expresado en esta entrada, y como comentario personal, desde que tanto yo como mis compañeros estamos inmersos en el mundo laboral, cada vez mas realizamos comprar online debido a la falta de tiempo y comodidad a la hora de realizar estas compras, ya que una vez realizas varias y ves que su funcionamiento es bueno, continuas con esta tendencia para determinadas compras.
También creo que la compra online beneficia a la hora de buscar el mejor precio de un producto, dado que fisicamente, deberías realizar varios desplazamiento y luego ir a la tienda donde hayas observado dicho precio. Online, con una busqueda avanzada de no más de 10 minutos, puedes tener abiertas varias páginas con varios precios y/o condiciones de envio y seleccionar la opción más ventajosa.

Unknown dijo...

Comparto totalmente la idea y el contenido. En respuesta a la pregunta que planteas sobre la posible desaparición de la compra tradicional, mi respuesta es no, pero si creo que habrá muchos cambios. Mi opinión es que en el caso de las mujeres, tal y como lo defines a la perfección, "ir de compras" es un acto social, ya que supone toda una experiencia o actividad, que al margen del ritmo de vida que tenemos actualmente será prácticamente imposible que desparezca. Comparto la argumentación que planteas sobre los casos de las marcas de venta online, ya que suponen una revolución y están aumentando mucho su cuota de mercado, pero veo difícil que el volumen de ventas por internet supere el nivel de ventas en tiendas físicas. En el caso de los hombres, considero que aunque internet tampoco logrará hacer desaparecer la venta tradicional, si veo factible que los porcentajes del volumen total de ventas sean mas parejos, debido a la diferente percepción que hay por parte de los hombres con respecto de las mujeres sobre el concepto "ir de compras"