Cada día es más ajetreada la vida de los jóvenes profesionales, hecho que se acentúa dada la actual situación económica mundial. El mundo globalizado en el que nos estamos formando y en el que damos nuestros primeros pasos en el desarrollo de nuestras carreras se encuentra sobrepoblado de brillantes estudiantes universitarios con cada vez más aptitudes.
Esto se traduce en una inmensa necesidad de autoformación continua para los profesionales: Idiomas, conocimientos sectoriales, técnicos, informáticos…Estas son las piezas clave que logran que un perfil profesional se diferencia de otra.
Esta es la razón por la que cada día aparecen nuevas posibilidades de formación que se han visto fomentadas por un acceso casi total a internet. Las mejores y más prestigiosas escuelas de negocios ya comienzan a incluir en sus programas estudios superiores de estilo Blended (con una parte presencial y el grueso del curso online). Este es el caso de determinados MBA’s en Europa y en EEUU.
Estos programas educativos facilitan un acceso a la educación completamente moldeable y adaptable a la situación personal y profesional de cada individuo, lo que hace que su fama aumente a un ritmo vertiginoso.
Sin embargo, hasta que punto es realmente enriquecedor este tipo de formación. Sabemos que se puede lograr, pero ¿se obtienen siempre los mismos resultados?
Es evidente que en el caso del aprendizaje de un idioma, aprenderlo a través de una pantalla no sería lo mismo que con un profesor nativo, lo que a su vez sería muy distinto de aprenderlo en el país en cuestión.
En mi opinión, lo mismo ocurre con esta formación superior tipo MBA. Yo creo que la experiencia más enriquecedora del MBA es el networking que se hace, cosa que no te permite el estudio online.
Entonces, ¿hasta que punto es la formación online realmente enriquecedora? ¿Vosotros que opináis?
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