La primera vez que escuche eso de “los datos se guardan en la nube” fue cuando me compré un reproductor de música (un pequeño aparatito de la compañía de la manzana mordida); así que por curiosidad busqué en internet a qué se refería eso de la nube:
Es decir, a primera vista la utilización de la nube supone una reducción de los gastos de gestión, mantenimiento, actualización… frente a los sistemas informáticos propios (tales como ERPs o CRMs). También podrían destacarse ventajas técnicas como el procesamiento automático de datos, su rapidez, y consecuentemente detección de los fallos del sistema en un menor periodo de tiempo. El contenido es accesible a través de diferentes equipos, lugares y todo ello en el mismo instante temporal; lo cual puede convertirse en una herramienta imprescindible para aquellas empresas que operan a escala global.
Pues esto se debe fundamentalmente a la desconfianza existente en temas de seguridad. Hasta los propios expertos en materia de seguridad muestran sus recelos sobre la existencia de un sistema efectivo de protección de la información subida a la nube (lo cual estaría en extrema relación con el auge de los delitos cibernéticos). Por lo tanto, los CEOs se plantean:
¿De que sirve ahorrar los costes relativos a adquisición de software y almacenamiento de información, si al final ese ahorro puede acabar saliéndote mucho más caro?
Como hemos indicado previamente, el almacenamiento en nube permite llegar a más dispositivos y desde más lugares. De esta manera se aumenta el número de usuarios con acceso a la información: ha de disponerse de un usuario y una contraseña y, Access granted.
Esta facilidad de acceso es peligrosa. Imaginemos una compañía que tiene diferentes sucursales (por ejemplo, una cadena dedicada a la venta de ropa). Cada vez que se produce una venta se introduce un usuario (genérico por tienda) y una contraseña (única para todos). En esta situación llevar a cabo el control sobre los flujos de información generados se complica. Si se produce una falsificación de los datos, ¿cuál de los empleados ha sido el responsable? Incluso puede ser otro empleado de otra tienda, que conozca la metodología de la empresa en cuanto a protocolos de acceso y seguridad.
Una vez que se ha accedido, ya no hay más barreras de entrada. Es vital ser consciente de lo sencillo que es obtener información una vez que se ha accedido a la nube, lo que se convierte en una aliciente para fomentar el espionaje industrial.
Los expertos acusan a la falta de formación de las empresas y usuarios como factor incremental del riesgo. Muchas compañías (sin que necesariamente hayan acudido a la nube como modo de almacenamiento) han instaurado sistemas de cifrado de datos de los documentos, de manera que, en caso de pérdida de documentación confidencial o de robo, la información se encuentre protegida.
Por ejemplo, instaurar un proceso de encriptado de los dispositivos portátiles de extracción de datos (concretamente me refiero a los USB). La sociedad informa a sus empleados de que han de configurar dichos dispositivos de tal forma que cada vez que se copie algún fichero de su ordenador en el USB, al tratar de abrirlo en otro ordenador éste pida la contraseña correspondiente. Es una manera de tratar de proteger los datos. Sin embargo estas medidas han de estar en proceso de constante mejora, puesto que todavía tienen fallos importantes. Con relación al mismo ejemplo, si bien es cierto que no se puede extraer información del ordenador sin que se proceda a su encriptado, sí que se puede enviar la información mediante un sencillo correo electrónico.
En conclusión, en una realidad cada vez más digitalizada donde se están originando nuevas necesidades de almacenamiento de información, la nube se presenta como la solución más viable y eficaz; sin embargo, la seguridad sigue siendo el punto débil de esta propuesta.
3 comentarios:
Nos encontramos entonces ante el eterno binomio que opera en la tecnología informática e internet "innovación tecnológica-seguridad", y es que, a pesar de que Apple cuenta con cierta fama de productos sencillos y seguros, la nube parece un desafío relacionado con el tratamiento y almacenamiento de la información, más cuando no se habla sólo de información personal, sino de información corporativa y empresarial.
La nube es cierto que ofrece un sistema innovador de almacenamiento de datos de bajo coste, pero cuyos déficits de seguridad (además de que opino que aún muchos no han accedido a él por desconocimiento acerca de cómo funciona), frenan su expansión entre los potenciales usuarios.
No obstante, considero que la innovación tecnológica adelantará como siempre a esos déficits que lleva aparejados, y esta herramienta acabará por popularizarse.
Estoy completamente de acuerdo contigo Marta, el desafío actual que se le presenta a este sistema de almacenamiento es vencer los problemas de seguridad que tiene. Y es algo vital, porque si bien sólo un 20% ha migrado en su totalidad a la nube, el mismo estudio de Syntematic incide sobre la discusión que se está planteando en muchas organizaciones sobre trasladarse a la nube (un 75-81%). Entiendo que las grandes compañías dedicadas a las soluciones informáticas estarán dedicando en la actualidad mucho tiempo a tratar de solventar estas carencias. Además, aunque existan esos miedos las empresas que no quieran quedarse atrás, van a terminar apostando por esta alternativa de almacenamiento, aunque no sea para su totalidad de negocio y sin perjuicio de que sigan apostando por los sistemas propios. Personalmente no creo que haya posibilidad de frenarlo (al igual que ha ocurrido con las redes sociales, todos sabemos que la información es un bien sensible, que una vez que subimos algo hemos perdido el dominios sobre ella, pero ahí sigue incrementando el éxito de estas nuevas plataformas).
Y esto es algo que también preocupa a las propias autoridades durante la última época. A modo de ejemplo adjunto una noticia referida al interés mostrado por Bruselas en cuanto al cloud computing.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/16/navegante/1305559583.html
La nube a día de hoy esta en boca de todos. Siempre habrá escépticos ante la implantación de sistemas de almacenaje virtual, al igual que los hubo en avances tecnológicos anteriores, pero la realidad es que las ventajas de este tipo de tecnología son increíbles y pueden suponer no solo un ahorro en los costes de la compañía, si no también una mejora en la eficiencia de la misma. Como todo proceso de cambio, requiere de un tiempo de adaptación y mejora, pero sin duda alguna creo que acabara convirtiéndose en una herramienta de uso cotidiano en nuestro día a día, no solo a nivel personal, si no también en el ambito laboral. Un post muy interesante Vanesa.
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