En los años 80, el Premio Nobel Robert Solow abrió un debate al afirmar en referencia a la revolución tecnológica que entonces comenzaba que “vemos ordenadores por todas partes, menos en las estadísticas de productividad”. La teoría que pasó a conocerse como la ‘paradoja de la productividad’ se apoyaba en estudios que mostraban como durante las décadas de los 70 y los 80 la inversión en IT por trabajador creció significativamente mientras que la productividad se mantenía constante.
Hay dos enfoques fundamentales que tratan de explicar esta paradoja:
- Hay ciertas tecnologías de uso generalizado que impactan de forma positiva en la productividad de los trabajadores pero varios años después de su implantación o una vez que su uso se ha generalizado.
- La productividad en las organizaciones depende de la inteligencia de sus trabajadores para saber adaptarse a nuevos sistemas que aprovechen las ventajas de las nuevas tecnologías. Por este motivo, la incorporación de tecnologías manteniendo los antiguos sistemas de trabajo es una explicación de porqué las TI no producen en muchos casos los resultados de productividad esperados.
A mi modo de ver, independientemente de este debate, lo que resulta claro es que grandes empresas que han transformado los estilos de vida en todo el mundo como Google, Microsoft o Facebook no habrían existido jamás sin el desarrollo en TI y que, desde este punto de vista, si ha sido una inversión rentable en la revolución de la información, las comunicaciones y las relaciones sociales.
¿Qué os parece a vosotros?
Para los que queráis investigar más sobre este tema, os dejo un par de links que han servido de fuente y amplían lo tratado:
2 comentarios:
Muy interesante tu reflexión Jaime, de verdad nos hace pensar si los ordenadores no han mejorado la productividad, es por que ha descendido la productividad de los trabajadores, o como comenta Diego Pérez-Gaytán en su entrada "Crisis europea, también con los ERP", no se saca todo el rendimiento a las herramientas informáticas.
Realmente podemos pensar que con esta gran cantidad de información que disponemos, nuestra productividad es menor puesto que intentamos mejorar aspectos que realmente cuestan tanto desarrollar, como el beneficio que suponen, además de los problemas aparejados a la utilización de ordenadores, como la seguridad informática, que sin duda, suponen un gran consumo de recursos y no se traducen en una mayor productividad.
Me parece una muy buena reflexión.
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