Como ya todos sabréis, el nuevo gran y
prometedor “gadget” del gigante tecnológico google, son sus “Google Glass”.
Pero antes de nada, me gustaría poner sobre la mesa en qué consiste realmente
este nuevo invento y cuáles son sus verdaderas aplicaciones. Como se expone en
uno de los artículos que enlazo se trata de unas gafas inteligentes, que se pueden conectar a nuestro
Smartphone y ver, a través de las gafas, la pantalla de nuestro móvil y
desplazarnos a través de ella sin necesidad de sacar el móvil del bolsillo.
Además, estas gafas disponen de la aplicación de cámara de fotos y vídeo, que
permite mediante órdenes de voz o un simple movimiento realizar fotografías o
vídeos.
Ahora bien, como se describe en el artículo,
aún es un proyecto que está en fase de mejora y queda claro que tiene mucho
camino por recorrer, a pesar de lo revolucionario y novedoso que parezca.
Una vez que todos conocemos a grandes rasgos
en qué consisten estas innovaciones, me gustaría centrar el tiro en la polémica
que se ha desatado a raíz de las posibles implicaciones y abusos sobre la
privacidad de los usuarios y no usuarios de este tipo de gafas. Como se puede
apreciar en los artículos que expongo a continuación, el principal problema
surge en la posibilidad de que, cualquiera que lleve este tipo de gafas por la
calle, pueda fotografiar o grabar a otras personas sin su conocimiento ni
consentimiento, dada la facilidad y sigilo para llevarlas a cabo.
De hecho, en algunos establecimientos ya se
ha prohibido este tipo de gafas por violación de la privacidad. Al igual que
siempre que surge algún tipo de innovación revolucionaria, hay grandes
incógnitas sobre dónde están los límites e implicaciones de su uso. De momento,
Google no parece haber conseguido calmar los ánimos ya que sigue sin aclarar
cómo puede garantizar la privacidad de las personas y, hasta el gobierno de
EEUU ha enviado una petición a Google para que les informe de cuales van a ser
las medidas que van a controlar y garantizar el uso de este nuevo “gadget” sin
perturbar la intimidad ni privacidad de nadie.
Por lo tanto, en mi opinión, tan importante
es el avance tecnológico como el que sea compatible con los principales
derechos y libertades de los ciudadanos. Recordemos que la tecnología, por muy
maravillosa que sea, debe estar al servicio de las personas y no al revés.
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