lunes, 8 de julio de 2013

¿Hasta dónde llega la "in-seguridad"?

Si hace un mes comentaba la entrada realizada por mi compañera Ana sobre la seguridad de la información, refiriéndome a hasta dónde llegaríamos con los virus y demás amenazas en nuestros sistemas de información, recientemente he leído una noticia que me preocupa más aun que un simple virus de ordenador (a los que tan acostumbrados estamos) o un mero robo de información.

El hecho de que estas amenazas lleguen a los teléfonos móviles sin necesidad de que nadie lo manipule previamente me ha sorprendido más de lo que esperaba.

La semana pasada salió en prensa la noticia de que se ha producido un agujero en el sistema operativo de Android que afecta al 99% de los teléfonos que llevan este sistema, nada más y nada menos que unos 900 millones de aparatos. Por ello, un buen informático podría "modificar el código del sistema y hacerse con el control de un aparato con Android sin que se enterara su dueño".

Después de leer esto me quede pensando durante un momento qué consecuencias podría tener que una persona desconocida y con imagino no muy buenas intenciones accediera a mi móvil libremente sin que yo me diera cuenta.

Al principio pensé: bueno, que me borre los contactos de la agenda, no pasa nada ya que tengo copia de seguridad. Después fui por el camino de: a ver, si le escribe a mis contactos del Whatsapp (quien no lo tiene...) ya empieza a ser un poco más serio porque a ver que suelta... Y cuando cai en la cuenta de que todas mis operaciones de transferencias bancarias, etc, las hago a través del móvil, y el mensaje de seguridad para confirmar la transferencia llega también a mi móvil, ya se me quitaron las ganas de seguir pensando.

Tras esta parrafada me vengo a referir que, la única manera de tener a salvo los muebles sin miedo a que te entre un amigo de lo ajeno en tus datos personales es volver a comunicarnos con señales de humo y domiciliar tu nómina debajo del colchón, ¿no? ¿llegará el día en que puedas estar seguro de algo relacionado con la tecnología y el robo/uso fraudulento de información?

No volveremos a la edad de piedra eso está claro, pero ahí os dejo mis inquietudes para quien le interese.

¡Saludos!

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