Tarjetas de fidelización para el pequeño comercio

Los grandes comercios como tiendas de ropa (Inditex, Cortefiel, El Corte Inglés…), franquicias de perfumerías y cosmética (Douglas, Bodybell…), captan y preservan a sus mejores clientes desde hace años a través de las ventajas de las tarjetas de fidelización, que crean una ventaja competitiva en el comercio de bienes y servicios, incentivando el aumento del consumo entre sus clientes. Estas tarjetas de fidelización suelen funcionar con algún tipo de fórmula de acumulación de puntos por compras de los clientes, de manera que al llegar a un cierto número, los clientes reciben vales descuento en futuras compras, bonificaciones, ofertas exclusivas, incluso invitaciones a showrooms privados y devoluciones de dinero.

Hoy en día, cualquier gran superficie, utiliza estos sistemas de fidelización a través de tarjetas, una ventaja competitiva más el pequeño comercio, que no puede competir con estos sistemas, pues son costosos tanto por su implantación como por lo que respecta a su mantenimiento.

 

 

Por lo tanto, necesitarían un sistema que no requiera de conocimientos informáticos muy sofisticados, de manera que cualquier persona pudiera utilizarlo. Funcionaría de forma similar a las tarjetas de las grandes superficies, a través de una caja y un terminal, pero con algunas características diferenciadoras, que llegan incluso a mejorar el sistema. La mayor diferencia consistiría en la impresión térmica en la propia tarjeta que, a la vez, permite almacenar datos en los sistemas de información del comercio.

En primer lugar, las tarjetas de fidelización de los grandes comercios no permiten a sus clientes conocer en cada momento el saldo actual de puntos, ya que éstos tienen que esperar a un determinado día del mes para conocerlo vía mail, correo postal o para ver en las tarjetas de créditos asociadas sus movimientos. En otras ocasiones, especialmente en supermercados y comercios de cosmética, los puntos se entregan en el momento de la compra en forma de tiquet con caducidad que muchas veces no es utilizado. Con las tarjetas de fidelización para el pequeño comercio el cliente conocería en cada momento sus puntos, pues estarían anotados en los sistemas de información del pequeño comercio, y esto le incentivaría al consumo.

En segundo lugar, al no haber tarjeta, el cliente no tendría la obligación de ceder sus datos bancarios, lo que a bastantes clientes les produce cierta reticencia.

Además, estas tarjetas serían más cómodas para los clientes, por su flexibilidad y grosor y personalizadas para cada comercio. Este sistema permite que no imprime en papel, sino en la propia tarjeta, y al ser por un sistema de impresión térmico, tampoco necesita ningún tipo de tinta, adaptándose a cualquier tipo de comercio, desde la venta de productos (colmados, farmacias, panaderías…) a la venta de servicios (peluquerías, bares, discotecas…).

También presenta ventajas para el comercio, que lo usará para generar estadísticas de compra, adaptable a cadenas, franquicias….

Se presenta así un nuevo sistema de fidelización de clientes para el pequeño comercio a través de sistemas de información más simples y adaptados y sistemas térmicos de impresión.