miércoles, 6 de junio de 2012

Los móviles como nuevos Big Brothers

La compañía telefónica Movistar ha anunciado un nuevo servicio bajo el nombre de "Aquí Estoy"

La tecnología ha sobrepasado el límite, una vez más, de aquello de "ojos que no ven, corazón que no siente", ya que con este nuevo geo-localizador que la compañía promociona, (ofreciendo un mes de prueba gratuito) los padres podrán saber el dónde y el cuándo respecto a la vida de sus hijos.



En el caso de menores de edad esta localización no necesita previo consentimiento del titular de la línea (que serían lo padres en la mayoría de los casos), lo que en cierto modo tiene sentido en base a la seguridad de un menor. 

En caso de interesarnos la ubicación de una persona adulta, un amigo, una pareja, etc; considero que este servicio puede minar la confianza entre las personas, dejándose algunas llevar por el poder del control sobre otros. 

En la actualidad ya existe la posibilidad de compartir la ubicación en que te encuentras con quién tu desees (a través de la aplicación Whatsapp); de modo que lo que esto aporta es el hecho de solicitar la ubicación de un tercero de forma constante, a diferencia de compartir la tuya propia en un momento y lugar determinados.

Además, el nuevo servicio ofrece la posibilidad de recibir alertas vía mensaje o vía web en el momento en que la persona que se desea localizar llega a un destino determinado.

Movistar ofrece ya "Aquí Estoy" en su página web.

Sin embargo, ¿hasta qué punto es útil como herramienta de seguridad y en qué momento deja de ser tal, para convertirse en un instrumento de control sobre el prójimo?

En mi opinión hay aún demasiada gente que no sabe emplear racionalmente estos avances en tecnología. Claro ejemplo es este corto de una situación muy común llevada al extremo, pero que refleja perfectamente como la tecnología afecta las relaciones personales. 
Os lo recomiendo :)


1 comentario:

Unknown dijo...

Estoy completamente de acuerdo contigo, Lucía. Me parece una gran idea para dar tranquilidad a los padres cuando se trata de sus hijos menores de edad, pero un tanto excesivo cuando se trata de, por ejemplo, tu pareja. Creo que esta herramienta puede dejar de ser útil para convertirse en un inconveniente, puesto que el hecho de que se pueda conocer tu ubicación en todo momento sin tu consentimiento puede dar lugar a desconfianza.