lunes, 23 de julio de 2012

“Búsqueda con Google – Voy a tener suerte”

Por si todavía no os habéis enterado, bienvenidos a la era 2.0, una época de grandes evoluciones, donde a día de hoy, la crisis y las nuevas tecnologías están marcando el nacimiento de esta nueva era.
Buscando información en Internet para escribir éste artículo me encontré una imagen que me llamó mucho la atención, un pequeño recorrido sobre la evolución de cómo el hombre ha buscado empleo desde que iba vestido con una piel de animal hasta nuestros días. La imagen que adjunto en el blog, nos va llevando a otras formas de acceso al empleo relacionadas con grandes innovaciones, el ferrocarril, el correo, Internet, los móviles y finalmente las redes sociales.
Y así podemos ver como las personas pasaron de nacer con un empleo en la granja familiar, a acudir en persona a una empresa con su CV en mano con la esperanza de encontrar trabajo, primero en su ciudad y posteriormente gracias a los avances tecnológicos en otras más apartadas. El mundo se hizo más pequeño, más al alcance de la mano con los teléfonos, el fax… hasta llegar a ser un mini mundo con la etapa post Internet donde nos encontramos ahora.
Pero creo que podría ser interesante preguntarnos si el haber “encogido” el camino al mundo laboral lo ha hecho más fácil de acceder. Sin moverte de tu casa y moviendo tan solo un par de dedos podemos tener acceso a muchas más ofertas y empresas, pero sabemos sacar partido de eso.
Las empresas sin duda están aprendiendo a hacerlo. No existe departamento de RRHH que no tenga perfil en Facebook, Linkedin, Twitter… pueden conocer con más detalle al solicitante y saber si el perfil se puede alinear con la posición y es más, no solo eso, sino la cultura empresarial y los valores.
Pero el otro lado de la moneda esta el cavernícola moderno, que ha sustituido su palo de caza por la presencia en este mundo online que a veces hace que se sienta igual de perdido que en la selva. Las nuevas plataformas 2.0 de hoy nos facilitan el acceso a miles de ofertas, pero también elevan la competencia para dichas ofertas, ya que todo el mundo puede acceder a ellas. Así pues, ¿cómo conseguir realmente “cazar nuestra presa”?
Creo que una de los primeras ideas que deberíamos de tener en cuenta en esta nueva etapa es que no es posible seguir con la búsqueda en Google y pulsar “Voy a tener suerte”… esta nueva etapa requiere actualización constante, innovación y diferenciación.
Más sugerencias?
Aquí dejo la imagen, donde podéis verla en tamaño real Mashable

2 comentarios:

Ignacio Tébar dijo...

Me ha parecido muy interesante la publicación Juan, de cómo ha evolucionado la forma de buscar trabajo. Sobre todo el gráfico me parece buenísimo.
En mi opinión el mayor cambio que hemos experimentado en la línea temporal que describe el gráfico es en los 90 con la aparición de internet y el e-mail. Internet ha supuesto poner una cantidad inmensa de información al alcance de todo el mundo (lo que en ocasiones resulta hasta peligroso) pero sobre todo nos ha abierto las puertas a poder obtener cualquer información en cualquier momento.
La mayoría de nosotros ya no seríamos capaces de trabajar sin el correo electrónico y la globalización informática que se ha producido en los últimos 20 años han hecho que la mayoría de la gente lo aplique a cualquier ámbito de su vida, incluso a la búsqueda de trabajo. Hoy en día casi todo el mundo está en constante actualización de su Linkedin o tiene un perfil en jobandtalent para estar al tanto de posibles ofertas de trabajo y nuevas oportunidades

Unknown dijo...

Hola Juan,
A mi también me ha encantado tu reflexión acerca de la evolución en la búsqueda de empleo y cómo los sistemas informáticos están marcando las distintas pautas para todos aquellos que se buscan un empleo, es indudable que los progresos realizados en las ultimas décadas son grandes oportunidades para el acceso a mas diversos o lejanos posibles empleos.
Pero creo que discrepo, si me lo permitís, tanto contigo como con Ignacio, en un pequeño detalle: creo que no se deberían sustituir los sistemas tradicionales, sino intentar aprovechar las mejoras tecnológicas y aunar conocimientos y recursos. No debemos olvidar, que son herramientas, al fin y al cabo, para proporcionar un mejor servicio a la hora de poner en contacto a un potencial futuro trabajador que aplica a un puesto de trabajo, pero las aptitudes o cualidades que cada individuo presenta para optar a un puesto de trabajo son independientes de la plataforma en la que se presenten, y debemos de tratar de optimizar al máximo estos recursos para, así, obtener esa ventaja competitiva que tanto deseamos frente al resto de candidatos.
Opino que el secreto de un buen buscador de empleo es saber realizar “la mezcla perfecta” entre tecnología y los sistemas tradicionales de búsqueda de empleo, como por ejemplo, ser capaz de realizar una buena entrevista.