martes, 31 de julio de 2012

La revolución tecnológica y “sus amigos”.

A lo largo del siglo XX comenzó lo que mucha gente llamó “Revolución tecnológica” que no es otra cosa que el desarrollo a su máximo exponente, hasta entonces, de la tecnología y las comunicaciones al servicio del hombre.
Paralelamente al desarrollo tecnológico e informático se fueron creando nuevos “talentos”, es decir, gente que cada día mostraba mayores habilidades para descifrar códigos informáticos, penetrar en los sistemas mas sofisticados de las empresas y manipular la información ajena a su antojo.
Debido a la gran cantidad de datos privados y confidenciales que se empezaban a manejar se fueron creando diferentes organismos que velaban por conservar la privacidad y confidencialidad de los mismos, de tal modo, que se empezó a hablar de la seguridad en los llamados “Sistemas de la información”.
-          “Entendemos por sistema de información (SI) como un conjunto de elementos cuyo objetivo es el tratamiento y administración de datos e información, organizados y listos para su uso posterior, generados para cubrir una necesidad u objetivo, ya sean: personas, datos, actividades o técnicas de trabajo.”
Debido a las descomunales bases de datos que comenzaron a manejar las empresas se crearon organismos reguladores - en 1901 se creó el primer organismo regulador a nivel mundial en Inglaterra BSI – cuyo objeto no ha sido otro sino el de normalizar y proporcionar seguridad sobre la información que guarda cada empresa pública o privada, pero… ¿esa seguridad es completa?: NO.
La seguridad completa no existe, pero si existen las medidas disuasorias que dificultan la labor del “pirata” de nuestro siglo, que han llegado a entrar en los sistemas del pentágono, hacer caricaturas de políticos y gobiernos en sus paginas oficiales o simplemente entrar en nuestras cuentas bancarias.
El daño que pueden causar por culpa de la imprudencia de los usuarios es incuantificable, por lo que convendría tener en cuenta algunas medidas sencillas de prevención:
1.       A nivel personal:
-          Combinar nuestras contraseñas con números, letras, símbolos. Mayúsculas y minúsculas.
-          Cambiar las contraseñas cada cierto tiempo.
-          No usar siempre las mismas contraseñas en distinto tipo de documentos.
2.       A nivel de empresa:
-          Cumplir con la normativa ISO y obtener certificados de la organización española AENOR.
-          Realizar auditorías sobre sistemas de la información.
-          Realizar controles sobre los sistemas de la información
-          Formar  y concienciar a los trabajadores de la importancia sobre la información que manejan.
No hay que olvidar que el desarrollo tecnológico y los nuevos sistemas de la información van de la mano de los nuevos “hackers”, “piratas informáticos” que una vez que entran, el daño ya está hecho.


No hay comentarios: