Desde
hace tres años, las autovías de Portugal han pasado a ser de peaje para los
extranjeros que circulen por ellas debido a la grave crisis económica en la que
se encuentra el país, para hacer frente a sus deudas y costes de mantenimiento.
El
pasado día 16 de julio de 2012, Estradas de Portugal, empresa estatal
responsable de los peajes, inauguró en varios puntos de las Fronteras con
España, dos nuevos sistemas de pago de autopistas para extranjeros, destinados
sólo a vehículos con matrícula extranjera.
Los
peajes, que en un principio suponían el alquiler o la compra de un dispositivo
electrónico, podrán abonarse con tarjeta de crédito a través de bonos prepago o
de cargo según consumo.
Las
dificultades que inicialmente suponían estos peajes, cuando se propuso el
alquilar o comprar un dispositivo electrónico, generó criticas de usuarios y
empresarios del transporte y el turismo. Mediante la cumbre celebrada en mayo
de 2012 en Oporto entre España y Portugal, se alcanzaron los acuerdos para
facilitar el pago en peajes mediante tarjeta de crédito.
Los
dos nuevos sistemas son los denominados “Easy Toll” y “Toll Card”. El primero
permite asociar una tarjeta de crédito a la matrícula del vehículo extranjero
durante un mes y, cada vez que la detecten los arcos electrónicos de los
peajes, se descontará de la tarjeta el importe correspondiente. El segundo supone una tarjeta precargada con
cantidades de cinco a cuarenta euros y a la venta en estaciones de servicio y
oficinas de correo, incluye un número que hace la misma función de la tarjeta
de crédito, pero se activa y asocia a la matricula por teléfono, con un SMS.
La
entrada en vigor de estos peajes, sobretodo en la región meridional del
Algarve, ha dado lugar a varias protestas, manifestaciones y actos de
vandalismo en los últimos meses contra los peajes.
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